Earthrise. Una imagen cambia el mundo
El 24 de diciembre de 1968, el astronauta William Anders fotografió la Tierra desde la órbita lunar y transformó nuestra concepción del mundo para siempre.
Hace más de cincuenta años, Bill Anders fotografió la tierra desde el Apollo 8, mientras éste daba la cuarta vuelta entera a la luna. Dejando atrás la cara oscura de la órbita lunar, la tierra emergió en el horizonte y Anders no lo dudó: cogió su cámara e inmortalizó la imagen.
Pasaron cinco días hasta que los astronautas regresaron a casa y se desvelaron las fotos. Ésta no era la primera vez que se fotografiaba la tierra desde el espacio. Las sondas lunares habían enviado fotos rudimentarias de la Tierra rodeada de nubes. Un satélite incluso había hecho una fotografía en color de la tierra, en otoño de 1968. Pero ninguna tuvo el eco de la imagen ya conocida a mediados de 1969 como “Earthrise” (“Tierra creciente”).
La revista Life, en su edición del nuevo año, publicó la foto en una página desplegable junto a un poema de James Dickey:
And behold
The blue steeped in its dream
Of reality, es calculada vision shaking with the only love.
En California, meses después, una publicación llamada Whole Earth Catalogue, dirigida por el excéntrico editor Stewart Brand, también publicó Earthrise en la portada. La revista era una especie de manual de supervivencia por la contracultura, compuesta por manuales de cómo viajar a dedo en mochila, tejer la ropa en casa, el arte del tantra, o la cría de animales domésticos.
Sorprendía que una revista hippie y ecologista rindiera tributo al cohetes ya la chatarra pseudomilitar hija de la carrera armamentística de la Guerra Fría. También llamaba la atención que una misión en la Luna fotografiara la Tierra. La misión Apollo 8 tenía como objetivo captar imágenes de la superficie lunar; necesitaban imágenes en alta resolución, algo que Ander aprovechó para fotografiar un planeta a cientos de miles de kilómetros de distancia.
Stewart Brand fue uno de los ecologistas ante la lettre que comprendía que la Tierra, nuestro hogar, era un lugar extremadamente frágil. El planeta es un globo azul en medio de la oscuridad y es necesario un esfuerzo para preservarlo. "Ganó ese estatus icónico", dijo Anders ya jubilado. "La gente se dio cuenta de que vivíamos en este planeta frágil y que teníamos que cuidar de ello". Earthrise corroboró ese sentimiento y aún más. Con su belleza increíble, una belleza que nunca nadie había podido contemplar desde el inicio de los tiempos, la imagen de la Tierra cogió a la humanidad por sorpresa.
"Llegamos hasta allí para explorar la Luna y descubrimos la Tierra", zanjó Anders.
Las misiones Apollo y las lentes Zeiss
Anders capturó la foto histórica con una cámara Hasselblad 500 EL modificada. Rápidamente sustituyó a la película en blanco y negro por una película en color y continuó disparando con un teleobjetivo Zeiss Sonnar 250MM (1/250 de segundo a f/11). En ese momento y sin saberlo, Anders se convirtió en uno de los fotógrafos más célebres del Siglo XX.
Convencida de la importancia que tendría documentar gráficamente cada expedición, la NASA buscó las mejores cámaras y las mejores lentes. ZEISS, el laboratorio alemán especialista en óptica de precisión, se convirtió en el socio recurrente por esta labor.
Fotografiar y filmar en el espacio exigió la invención de nuevas tecnologías. En primer lugar, era necesario que cámaras y lentes funcionaran perfectamente con las fluctuaciones extremas de temperatura. Asimismo, era necesario conseguir que la óptica de la lente funcionara perfectamente en gravedad cero, y también llevar a cabo cambios mecánicos para poder utilizarla en el espacio.
Las primeras fotografías del espacio se tomaron en 1962, durante la misión del Mercury Atlas 8. Entonces una imagen de La Tierra tomada desde el espacio era aún auténtica primicia. Earthrise va a producirse durante una misión de reconocimiento de la superficie lunar. Por último, el 20 de julio de 1969 el hombre pisó la luna por primera vez. Más de 500 millones de personas en todo el mundo vieron este primer paso y se sorprendieron con las imágenes que llevaron a La Terra desde la superficie lunar.
ZEISS diseñó el objetivo gran angular Biogon 5.6/60 específicamente para el aterrizaje lunar. Las fotografías debían capturar la superficie del satélite con buen contraste y una definición máxima. La cámara creaba marcas de cruz en las imágenes durante la exposición, que hicieron posible calibrar distancias y alturas facilitando análisis de relación de tamaño de objetos en la luna.
Durante la misión del Apollo 17, la última tripulada en la Luna a día de hoy, los astronautas capturaron espectaculares fotografías panorámicas del paisaje lunar, con los astronautas en primer término. Las fotogafias del Biogon Zeiss otorgó una atmósfera casi surrealista a las misiones Apollo
Zeiss y El Graduat
Cincuenta años después, las lentes ZEISS siguen siendo el referente tanto por la NASA como también por los optometristas y las ópticas como El Graduat. El laboratorio alemán nació en Jena, en 1846, y durante más de 175 años ha liderado la industria óptica con lentes oftálmicas y también con lentes de microscopios, telescopios, semiconductores, etc. Tanto si trabajan en una cámara fotográfica espacial, o en unas lentes progresivas, Zeiss sigue siendo un referente indiscutible.
Nuestra experiencia como optometristas sitúan al laboratorio alemán un escalón por encima. Nadie puede garantizar la claridad, la definición, el enfoque de sus lentes oftálmicas y sus filtros. La diferencia es evidente e inmediata. Especialmente, cuando un cliente se proba las gafas por primera vez. A mucha gente se le escapa el famoso "oh!" involuntario de la primera vez con unas gafas Zeiss.
Abrimos El Graduado en medio de una pandemia, y pese a las incertidumbres, la presencia de Zeiss fue uno de los pilares fundamentales sobre los que se apoyó la óptica. Aprovecharemos en octubre para hablar tanto de Zeiss como de sus lentes oftálmicas.
¡Hasta la próxima!